Este año hemos participado como laboratorio afiliado a la SESAP (Sociedad Española de Salud de Precisión), como partidarios de la medicina de precisión. Este nuevo abordaje para el tratamiento y prevención de enfermedades tiene en cuenta la variabilidad genética, el ambiente y el estilo de vida para cada persona, es decir, se centra en la personalización de cada intervención a las necesidades del paciente. En este marco, resalta el papel fundamental que ejercen los nutraceúticos a la hora de producir mejoras en los pacientes, mediante un programa nutricional individualizado y ajustado a su enfermedad.
Desde Beps Biopharm, apostamos por la sinergia de combinar las propiedades beneficiosas de los ácidos grasos Omega-3 con extractos de origen natural que potencien su efecto antiinflamatorio y antioxidante. Por ello, hemos ido un paso más allá con el desarrollo de Curcumin Complex para ofrecer una sinergia preventiva y terapéutica, al combinar los efectos antiinflamatorios de los Omega-3 con la gran eficacia antioxidante y antiinflamatoria de la curcumina, siendo ideal para las personas que deseen reforzar su sistema inmunitario, reducir la inflamación y mejorar su salud y bienestar general.
Con ello, en la edición número 11 de la revista SESAP nuestra Responsable de Departamento Técnico (Alicia Uceda, Bioquímica) ha publicado un artículo para explicar desde el punto de vista bioquímico nuestro nuevo producto, destacando el enfoque integral que brinda para apoyar la salud y el bienestar general, garantizando la biodisponibilidad y eficacia de sus componentes.
La curcumina y su baja biodisponibilidad
El ingrediente activo principal de la cúrcuma, la curcumina, es un potente compuesto antioxidante y antiinflamatorio que ha demostrado su potencial en la prevención y el tratamiento de varias enfermedades crónicas como el cáncer, las cardiopatías y las enfermedades neurodegenerativas. Sin embargo, a pesar de sus prometedores beneficios para la salud, su baja biodisponibilidad ha supuesto un importante obstáculo para su aplicación clínica. Afortunadamente, los avances en nanotecnología han permitido desarrollar la curcumina liposomal, una forma de curcumina de alta biodisponibilidad.
Orígenes de la cúrcuma
La cúrcuma o Curcuma longa es una planta herbácea de la familia Zingiberaceae (Figura 1A) cultivada en regiones tropicales y subtropicales.1 El mayor productor mundial de cúrcuma es la India, donde se utiliza desde hace siglos como remedio casero para varias dolencias.2 El rizoma de color anaranjado (Figura 1B) es el protagonista en cuanto a sus usos en el mercado o la industria.3 De hecho, es una de las especias más usadas en la gastronomía de la India para el arroz, carne y otros platos. Sin embargo, no solo ha sido empleada en gastronomía e industria alimentaria, sino también en medicina, cosmética natural y ritos espirituales. Actualmente, se comercializa como el aditivo alimentario E100 o cúrcuma.4

Figura 1. Cúrcuma longa.
1A. Imagen de la planta; 1B. Rizoma, cortes y polvo
La bioquímica tras la cúrcuma
Dependiendo de su origen y de las condiciones del suelo donde se cultiva, la cúrcuma contiene entre un 2% y un 9% de curcuminoides (Figura 2). Estos compuestos químicamente son diarilheptanoides que presentan un color amarillo intenso característico de la raíz de cúrcuma.5 El curcuminoide mayoritario es la curcumina (Figura 2A) y supone hasta un 77% de los curcuminoides. Existen también otros (Figuras 2B, 2C y 2D). Sin embargo, al tratarse del componente mayoritario, la curcumina es considerada como el principal compuesto bioactivo al que se le atribuyen las propiedades medicinales de la cúrcuma, junto con su aceite esencial.6
Figura 2. Principales curcuminoides presentes en el rizoma de Cúrcuma Longa.
2A. Curcumina; 2B. Demetoxicurcumina; 2C. Bisdemetoxicurcumina; 2D. Tetrahidrocurcumina
Los estudios de farmacocinética en modelos de roedores y en humanos han demostrado la baja biodisponibilidad de la curcumina, debido principalmente a tres factores: poca solubilidad en agua, baja absorción y metabolización rápida. 7 Por ello, aunque se haya estudiado su eficacia frente a un amplio número de problemas de salud, su aplicación clínica es limitada. Incluso a altas dosis (12 g/día), la absorción del compuesto es insignificante.8
En el organismo, la mayor parte de curcumina se excreta a través de las heces y se absorben pequeñas cantidades en el intestino (Figura 3).9
Figura 3. Consideraciones sobre los factores que limitan y contribuyen con la biodisponibilidad de la curcumina. Modificado de Toden, S., & Goel, A. (2017). Las formulaciones de curcumina aumentan su biodisponibilidad en la circulación, mientras que la curcumina estándar se convierte principalmente en conjugados de curcumina en el hígado y se degrada a productos de degradación, modificando su bioactividad. *La conversión metabólica podría resultar en la bioactividad de la curcumina a través de conjugados de curcumina y productos de degradación.
Absorción de la curcumina en solubilidad acuosa
Mientras que la baja solubilidad en agua se debe a la polaridad y a la escasa velocidad de disolución de la curcumina, su naturaleza lipofílica es uno de los principales factores que contribuyen a su escasa absorción (Figura 3). Curiosamente, en el caso de las enfermedades gastrointestinales, la mayoría de los compuestos de la dieta se absorben a lo largo del tubo digestivo y no llegan al colon, dificultando su administración a órganos no entéricos, aunque su concentración en el intestino grueso aumente significativamente con la ingestión.10
Sin embargo, se ha demostrado que la curcumina es detectable en el cerebro tras su administración oral11 y en un modelo de ratón de la enfermedad de Alzheimer dio lugar a una mejora significativa de la función cognitiva.12 Irónicamente, la característica altamente lipofílica de la curcumina dificulta su solubilidad en agua, pero permite que atraviese la barrera hematoencefálica.
Metabolización rápida
La curcumina absorbida en la circulación general se somete a conjugaciones como la glucuronidación y la sulfatación principalmente en el hígado, pero también en otros tejidos.13 Por lo tanto, es muy posible que en los experimentos en los que se notificó una baja biodisponibilidad de la curcumina, la mayor parte de la curcumina se hubiera metabolizado en el momento en que se recogió el plasma.
Además, a diferencia de la curcumina, estos conjugados modificados de curcumina son solubles en agua, lo que explica por qué una proporción sustancial de la curcumina en la circulación general exista en forma de conjugados.14
Aunque la mayoría de los estudios apoyan que los conjugados de curcumina mantienen propiedades moleculares similares a las de la curcumina original, sigue sin estar claro si la magnitud de su bioactividad es comparable a la de la curcumina original. De hecho, existen dos escuelas de pensamiento sobre esta cuestión: una sugiere que estos conjugados son menos activos, mientras que la otra afirma que son más potentes en comparación con la curcumina madre.15-18 El principal metabolito biliar de la curcumina, la tetrahidrocurcumina (THC), parece tener propiedades antiinflamatorias y antitumorigénicas más débiles que la curcumina in vitro,15 mientras que un estudio con roedores demostró que atenuaba en mayor medida el daño oxidativo mediado por cloroquina en el riñón de rata, a diferencia de la curcumina.18 Además, se ha demostrado que el sulfato de curcumina inhibe la producción de prostaglandina E2 (PGE2) en las células epiteliales del colon con menor potencia que la curcumina.19
Aunque se necesitan más investigaciones para aclarar el papel de los conjugados de curcumina, parece que son una pieza importante del rompecabezas y contribuyen significativamente a la bioactividad general de la curcumina.
Productos de degradación
Recientemente, se ha demostrado que, además de los conjugados de curcumina, sus productos de degradación, como el ácido ferúlico y la vanilina, también pueden actuar como importantes mediadores de sus efectos farmacológicos30, especialmente en enfermedades asociadas a la edad.20,21 Estos productos de degradación de la curcumina difieren estructuralmente de los conjugados de la curcumina, en que estas moléculas son productos de descomposición y reducción debido a la naturaleza inestable de la curcumina en solución.22 En apoyo adicional de esta observación, otros estudios concluyeron que el calentamiento y el tratamiento con álcali de dichos productos de degradación de la curcumina no alteraban su bioactividad, lo que indica que estos productos de degradación parecen ser un factor que contribuye en gran medida a la bioactividad de la curcumina.23,24
Aumentar la bioactividad de la curcumina mediante la biodisponibilidad
En conjunto, la bioactividad de los conjugados y productos de degradación de la curcumina puede ayudar en parte a explicar las incoherencias entre la bioactividad y la biodisponibilidad de la curcumina, así como las nuevas formulaciones de curcumina de alta absorción que se han desarrollado en los últimos años. Estas han conseguido aumentar la biodisponibilidad sistémica de la curcumina (entre 5 y 30 veces más absorción), ampliando el margen de mejora de la bioactividad de la curcumina, esto es, consiguiendo una mayor absorción y, posteriormente, su biodisponibilidad en la circulación sistémica, teniendo en cuenta que una proporción significativa de la curcumina ingerida se excreta por las heces.25
¿Administración con piperina o en liposomas?
Antes que nada, la piperina es un compuesto orgánico que se encuentra de forma natural en la pimienta negra. Ha sido utilizada tradicionalmente como complemento y alternativa a algunas terapias medicinales gracias a sus decenas de propiedades analépticas, antiinflamatorias, antioxidantes, termo génicas y antisépticas. Sin embargo, y como se explicará en mayor detalle a continuación, se sabe que puede interferir con la capacidad del organismo para usar otros compuestos (como nutrientes o fármacos). De hecho, ¿por qué hay suplementos que combinan cúrcuma con piperina? La piperina «relaja» la pared intestinal permitiendo el paso de los principios activos de la cúrcuma, los curcuminoides, y su distribución por el organismo.
Queda claro que la biodisponibilidad y la bioactividad de la curcumina depende del formato en el que este ingrediente bioactivo se administre.26 Buscando mejorar su biodisponibilidad, se han desarrollado nuevas formulaciones basadas en sustancias orgánicas biocompatibles como los liposomas.27 De hecho, se ha demostrado que la curcumina liposomal es la mejor para mejorar la biodisponibilidad de la curcumina en las células28,29, y por ello ya se están comercializando productos basados en formulaciones liposomales para diferentes aplicaciones dietéticas.
Los liposomas constituyen un vehículo de excepcional biodisponibilidad para la administración de la curcumina en nuestro organismo, pues protegen a la curcumina de la degradación en el tracto gastrointestinal, mejorando su absorción en el torrente sanguíneo.30 Su incorporación en forma de liposomas garantiza la máxima absorción a nivel intestinal, al preservar su estabilidad física y química, haciendo de esta formulación una herramienta excepcional para lograr su máxima eficiencia.31 Además, administrar la cúrcuma liposomal junto con los ácidos grasos poliinsaturados Omega-3, aumenta la absorción de los curcuminoides al preservar un entorno liposoluble.32,33 Concretamente, los componentes fosfolipídicos pueden solubilizar eficazmente compuestos lipofílicos debido a su propiedad anfifílica.34 Concretamente, debemos pensar en un liposoma como una esfera que encierra a los curcuminoides, protegiéndoles del entorno acuoso característico de los tejidos y órganos, permitiendo el transporte hacia el torrente sanguíneo, por el cuál llegarán hasta las distintas células del organismo para ejercer sus funciones antioxidantes.
La piperina es el compuesto bioactivo que se encuentra en la pimienta negra, pues representa alrededor del 98% de sus alcaloides. La administración de extracto de cúrcuma con piperina aumenta la fluidez de la membrana intestinal, facilitando la absorción de micronutrientes y, por tanto, ayudando a la absorción y biodisponibilidad de la curcumina.35 Además, se ha demostrado inhibe la conjugación enzimática de la curcumina, lo que permite que se absorban mayores niveles de curcumina no conjugada en la circulación sanguínea portal36 y que aumente el tiempo de retención tisular de la curcumina37 (Figura 3). Por otra parte, es bien sabido que la piperina interacciona con algunas enzimas hepáticas encargadas de metabolizar los medicamentos, como la AHH (arilhidrocarbono-hidroxilasa) o la UDP-glucuronil transferasa, lo que provocaría consecuencias poco predecibles, como efectos adversos o interacciones farmacológicas.38 A diferencia de la piperina, la curcumina liposomal presenta un menor riesgo de posibles efectos secundarios.
El papel de la curcumina en la salud
En la medicina ayurvédica se ha utilizado desde hace miles de años, y existen referencias a su uso terapéutico en el Rigveda, uno de los textos más antiguos existentes en cualquier idioma indoeuropeo.39 Concretamente, las partes usadas de la planta son las hojas y el rizoma. Se considera que su sabor es amargo y picante, con una potencia caliente, seca y ligera de digerir.40 Entre sus acciones podemos destacar su capacidad para eliminar productos tóxicos, mejorar el metabolismo, tonificar el tejido muscular y controlar las hemorragias. Es utilizada en múltiples enfermedades metabólicas, respiratorias e inflamatorias, como la artritis, además de sus beneficios para la piel y en la curación de heridas.41
Según la Farmacopea Europea, el rizoma de cúrcuma consiste en el rizoma entero, desecado y curado (tratado por ebullición o vapor), desprovisto de las raíces y de la superficie externa de la corteza, con un contenido mínimo de 25 mL/kg de aceite esencial y un 2 % de derivados del dicinamoilmetano, expresados como curcumina, respecto a la droga seca.42
Mecanismos de acción
La curcumina ha sido objeto de una amplia investigación en enfermedades crónicas comunes gracias a su poder antinflamatorio.43 Entre las vías de señalización reguladas por la curcumina, las más importantes parecen ser las relacionadas con la regulación del estrés oxidativo y la inhibición de la actividad del factor nuclear kappa B (NF-кB).44 Como resultado, bloquea la producción de proteínas inflamatorias alcanzando una sinergia antiinflamatoria con los Omega-3.45
Aplicaciones terapéuticas
En los últimos años la cúrcuma ha ganado una gran popularidad dentro del mundo de los complementos alimenticios y la cosmética natural gracias a sus propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, antimicrobianas y quimiopreventivas.3,46
Sus aplicaciones aún están siendo estudiadas y parece ser un prometedor compuesto activo en el tratamiento de enfermedades crónicas, como las asociadas a las articulaciones, el sistema cardiovascular, el metabolismo de la glucosa, la función cerebral, el estado de ánimo o la regulación del ciclo celular. De hecho, se está investigando el uso de la curcumina en el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer47, inflamatorias como la colitis ulcerosa48 o la artritis49, metabólicas como la diabetes50, dermatológicas como el vitíligo y la psoriasis51, cáncer52, o en daño hepático causado por hígado graso no alcohólico53. También, suele indicarse en el tratamiento del dolor neuropático54 y orofacial55, para el fortalecimiento del sistema inmunitario56, y en la mejora de los síntomas de la depresión y ansiedad57.
Como cualquier otro suplemento o medicamento comercial, el uso de la cúrcuma como planta medicinal también tiene contraindicaciones. Por ello, la mejor opción es consultar con los profesionales de la salud. Se desaconseja el consumo durante el embarazo y la lactancia por falta de estudios. No se recomienda el uso en niños y adolescentes por debajo de los 18 años. Debe evitarse en pacientes con úlcera gástrica o intestinal, pues a dosis demasiado elevadas puede irritar la mucosa estomacal. La curcumina puede reforzar el efecto de los anticoagulantes y, en altas dosis, está contraindicada en caso de cálculos biliares o afecciones de toxicidad hepática grave.42
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