Omega-3 para el cabello: Cuida tu pelo para este otoño/invierno

Con la llegada del otoño e invierno, se hace evidente la necesidad de prestar una atención especial al cuidado de nuestro cabello. Las bajas temperaturas, la exposición constante a la calefacción y los cambios climáticos pueden afectar la salud capilar de manera significativa.

Por ello, en este nuevo artículo exploraremos la importancia de incorporar en nuestra rutina los ácidos grasos omega-3 EPA y DHA para mantener un cabello fuerte y saludable, especialmente durante las estaciones más desafiantes.

¿Qué hace el omega-3 en el cabello?

Los ácidos grasos omega-3 son esenciales para el mantenimiento de la salud en general, y la capilar no se queda al margen.

El omega-3 no solo favorecen el crecimiento del cabello, sino que también desempeña un papel crucial en el bienestar del cuero cabelludo. Por ejemplo, en otoño e invierno las condiciones adversas pueden generar excesivos picores. El omega-3 puede actuar como un aliado para combatir estas molestias y mejorar la resistencia capilar.^1-3

¿Qué tipo de omega-3 es mejor para el cabello?

Al considerar la elección del tipo de omega-3, es vital centrarse en fuentes que proporcionen EPA y DHA.

Aunque el ácido alfa-linolénico (ALA) se encuentra en algunas fuentes vegetales, como las nueces, se recomienda recurrir a fuentes marinas, como el aceite de pescado o de algas. Al igual que ocurre con dietas vegetarianas y veganas, la obtención de EPA y DHA a partir del ALA es muy poco eficiente, de hecho, se puede considerar nula en dietas omnívoras.⁴

Por ello, para obtener los máximos beneficios para el pelo, necesitamos recurrir a las fuentes marinas, de calidad y seguras. En este sentido, los complementos alimenticios de omega-3 son nuestro gran aliado, ya que nos aportan de forma económica altas cantidades de EPA y DHA de biodisponibilidad, absorción y eficacia garantizadas, sin necesidad de consumir una elevada cantidad de pescados azules al día, con el riesgo que ello conlleva.^5,6

Concretamente, aquellos como el salmón, atún o emperador, conviene consumirlos puntualmente. Al ser pescados de gran tamaño y ciclo de vida largo, acumulan una mayor cantidad de metales pesados y contaminantes marinos que resultan tóxicos para nuestro organismo.

¿Cómo ayuda el omega-3 a que crezca cabello más sano y resistente?

El papel estructural del omega-3 en las membranas celulares del cuero cabelludo fortalece los folículos pilosos y mejora la circulación sanguínea a la zona, aumentando el aporte de nutrientes. Este proceso no solo contribuye al crecimiento del cabello y a evitar su caída^7,8, sino que también alivia los picores y la irritación³, comunes en las estaciones más frías.

Conviene destacar que los beneficios del omega-3 no solo son estacionales, su inclusión en la rutina capilar es esencial durante todo el año.⁹

¿Es bueno tomar omega-3 si tienes el cabello graso?

Aunque la preocupación por el cabello graso es válida, el omega-3 puede ser beneficioso al regular la producción de sebo en el cuero cabelludo.¹⁰

Al contrario de lo que se cree, consumir ácidos grasos omega-3 puede contribuir a mantener un cabello menos graso y más saludable, ofreciendo equilibrio incluso en las estaciones más frías. ¡No todas las grasas son “malas”!

 

¿Hay relación entre la falta de omega-3 y un cabello seco?

Un índice de omega-3 bajo puede manifestarse en un cabello seco y quebradizo. La hidratación natural del cabello se ve afectada si los niveles de omega-3 en las membranas celulares son bajos, resultando en un aspecto opaco y desnutrido.¹¹ Suplementarse con omega-3 no solo es beneficioso en otoño e invierno; es una práctica que restaura la hidratación y brillo durante todo el año, incluyendo las estaciones más cálidas de primavera y verano.

¿Durante cuánto tiempo debo consumir omega-3 para ver resultados en mi pelo?

La consistencia en la suplementación es clave para notar cambios significativos en la salud capilar. Se recomienda consumir omega-3 para el cabello durante al menos tres meses, independientemente de la estación.¹²

La paciencia es esencial para experimentar resultados a largo plazo. Recuerda que el cuerpo requiere tiempo para incorporar estos ácidos grasos en las membranas celulares, y mejorar así su composición y funcionamiento.

Nuestros productos Puro Omega para tu salud capilar

Puro Omega ofrece fórmulas equilibradas, con una concentración en omega-3 EPA y DHA superior al 80%, y con vitaminas E y D. Este factor, y el hecho de que estén en formato de triglicérido, garantizan la mayor biodisponibilidad y efectividad.

Algunos de los productos que pueden contribuir con la salud capilar son: Natural EPA, Schisandra Complex o Natural Omega-3 niños.

Además, todas las cápsulas son de gelatina de pescado. Esto no solo preserva las propiedades de los omega-3, sino que también supone una fuente de colágeno hidrolizado de tipo I de mayor biodisponibilidad y absorción en comparación con el procedente de cápsulas bovinas o porcinas¹³, que son muy comunes en la industria por su bajo coste.

Esto permite que Natural EPA contribuya positivamente al aspecto de la piel, combatiendo la flacidez, reduciendo las líneas de expresión y acelerando los procesos de cicatrización.

El omega-3 es compatible con otros suplementos para el cabello como la biotina o el zinc, aumentando su efectividad al contribuir con el equilibrio de eicosanoides proinflamatorios, disminuyendo la inflamación y promoviendo su resolución.¹⁴

En conclusión, incorporar omega-3 para el cabello en nuestra rutina es esencial, especialmente en otoño e invierno. EPA y DHA no solo abordan problemas estacionales como los picores o la caída del pelo, sino que también promueven un cabello fuerte y resistente durante todo el año. Además, eligiendo el producto adecuado, podrías obtener beneficios extra en el aspecto de la piel.

¡Brinda a tu cabello el cuidado que se merece y enfrenta con confianza cada temporada!

 

Referencias

1. Balić, A., et al. (2020). International journal of molecular sciences, 21(3), 741.
2. Adil, M., et al. (2017). Dermatology Review/Przegląd Dermatologiczny, 104(3), 314-323.
3. Pongcharoen, P., & Fleischer Jr, A. B. (2016). European Journal of Pain, 20(1), 24-31.
4. Brenna, J. T., & Carlson, S. E. (2014). Journal of human evolution, 77, 99-106.
5. Doughman, S. D., et al. (2007). Current diabetes reviews, 3(3), 198-203.
6. Baker, E. J., et al. (2020). Biochimica et Biophysica Acta (BBA)-Molecular and Cell Biology of Lipids, 1865(6), 158662.
7. Kang, J. I., et al. (2018International journal of molecular sciences, 19(9), 2770.
8. Le Floc’h, C., et al. (2015). Journal of cosmetic dermatology, 14(1), 76-82.
9. Stark, A. H., et al. (2016). Critical reviews in food science and nutrition, 56(14), 2261-2267.
10. Gupta, D., & Barua, S. (2018). IADVL Textbook of Trichology, 363.
11. Timar, S. (2020). Archives of Pharmacy Practice, 1, 104.
12. Jackson, K. H., et al. (2019). Prostaglandins, Leukotrienes and Essential Fatty Acids, 142, 4-10.
13. Shahidi, F. (1994) Seafoods: Chemistry, Processing, Technology and Quality.
14. Simonetto, M., et al. (2019). Nutrients, 11(10), 2279.