La continuada exposición al sol y la sobreexposición durante los meses de verano es una realidad de la que muchos desconocemos los efectos adversos que puede originar en nuestro organismo, especialmente en la piel. Quemaduras, sequedad, aparición de manchas, eccemas…
Aunque no es el sol el único factor perjudicial para la piel: otros agentes externos también pueden resultar dañinos como el mar, que genera un doble efecto secante por la sal marina; o el agua de las piscinas que en ocasiones, y si los niveles de cloro no se ajustan a lo apropiado, pueden generar un efecto abrasivo en la piel.
Pero sin duda, uno de los principales inconvenientes a los que tenemos que enfrentarnos es a la deshidratación de la epidermis y la dermis que desempeñan un papel fundamental frente a las agresiones que previamente hemos citado.
¡Qué no cunda el pánico! Hay formas de prevenir la deshidratación y para ello hay que prestar especial atención a algunos consejos que ayudarán a tener un verano saludable para la piel. En el día de hoy hablaremos del colágeno y el omega-3 como fuentes de hidratación y vitalidad.
El colágeno y sus beneficios frente a la deshidratación
El colágeno es la proteína más abundante de nuestro organismo: constituye el 25% del total de las proteínas del cuerpo y desempeña un papel fundamental en la generación de fibras elásticas y resistentes presentes en la mayoría de los tejidos (piel, músculos, tendones, etc.). Entre todas sus propiedades, hay que destacar su capacidad para nutrir, hidratar y proteger la piel de daños como los que provoca el sol.
Diversas investigaciones han confirmado que el agua es el componente principal del colágeno, representando el 60% del total de su composición. Es por ello que es necesario mantener el nivel de agua en esta proteína porque su eliminación puede tener efectos muy negativos en todas las funciones que éste desempeña, incluidas las que protegen a la piel de la deshidratación.
Omega-3 fundamental para el cuidado de la piel
Por otro lado, los ácidos grasos Omega-3 también son fundamentales para el cuidado de la piel y el consumo de estos aporta grandes beneficios como: “un efecto antioxidante y fotoprotector, hidratación y protección y preparación de la piel para la exposición solar”. Más concretamente, el ácido docosahexaenoico (DHA) es fundamental para combatir el fotoenvejecimiento y los daños en la piel causados por la exposición al sol. Su principal aporte a este respecto es el de dotar a la piel de la tersura idónea.
El consumo de ciertos alimentos y el mantenimiento de una dieta equilibrada y saludable contribuyen a la obtención de estos ácidos grasos pero cada vez es más frecuente la suplementación con complementos alimenticios ricos en estos nutrientes que contribuyen a “mejorar la capacidad estrogénica y a mejorar su equilibrio, esto se reflejará en una piel más hidratada.”
Las consecuencias de no prestar atención a la hidratación y al cuidado de la piel, especialmente durante los meses de verano pueden ocasionar envejecimiento prematuro de la piel, por lo que es conveniente seguir las recomendaciones de los expertos sobre cómo prevenir el fotoenvejecimiento para poder mantener la piel radiante y saludable.
Qué buen artículo, gracias por la información!!