En nuestra constante búsqueda por mantener la salud óptima, nos resulta esencial conocer en profundidad el funcionamiento de nuestro sistema inmunológico, nuestra defensa contra las amenazas externas, como virus, bacterias y otros agentes patógenos. Este sistema altamente especializado consta de un complejo entramado de células, tejidos y proteínas que trabajan en conjunto para protegernos de enfermedades.
En este artículo, exploraremos por qué nuestras defensas a menudo disminuyen durante el invierno. Además, analizaremos en detalle las vitaminas esenciales para mantener un sistema inmunológico fuerte y, finalmente, profundizaremos en un suplemento clave por la sinergia de sus componentes. ¡No te lo puedes perder!
Cómo Funciona Nuestro Sistema Inmunológico y por qué Bajan las Defensas en Invierno
Para comprender cómo mantener nuestro sistema inmunológico en su mejor forma, es fundamental comprender su funcionamiento. Nuestro sistema inmunológico opera a través de una compleja red de células, tejidos y proteínas, cada uno con su función específica en la protección del cuerpo contra infecciones y enfermedades.
Entre estos componentes, los glóbulos blancos, como los linfocitos, neutrófilos y macrófagos, desempeñan un papel crucial en la identificación y eliminación de patógenos.1
Sin embargo, durante la temporada de invierno, nuestras defensas inmunológicas pueden verse comprometidas por varios factores, lo que nos hace más susceptibles a las infecciones:
- Falta de Exposición al Sol: Durante los meses de invierno, las personas tienden a pasar menos tiempo al aire libre, lo que resulta en una menor exposición a la luz solar. Esta exposición es esencial para la producción de vitamina D en la piel, un nutriente vital para el funcionamiento adecuado del sistema inmunológico.
- Cambios en la Dieta: En invierno, las dietas suelen ser menos variadas y pueden carecer de frutas y verduras ricas en vitaminas y minerales esenciales para la función inmunológica. No te preocupes, que estos se detallan en el siguiente apartado.
- Mayor Exposición a Patógenos: Durante el invierno, las personas tienden a pasar más tiempo en espacios cerrados, lo que facilita la transmisión de virus y bacterias. Esto aumenta la exposición a patógenos que pueden desafiar nuestras defensas inmunológicas.
Para contrarrestar estos desafíos estacionales y fortalecer nuestro sistema inmunológico, es fundamental adoptar medidas proactivas, como mantener una dieta equilibrada que garantice un aporte completo de vitaminas y minerales. Esto a menudo se consigue con la suplementación adecuada.
Las Vitaminas Esenciales para un Sistema Inmunológico Fuerte
Cuando nuestras defensas inmunológicas se debilitan, es crucial proporcionar a nuestro sistema inmunológico los nutrientes necesarios para su funcionamiento óptimo.
Las vitaminas y minerales desempeñan un papel central en el mantenimiento de un sistema inmunológico saludable.3-5 A continuación, destacamos algunas de los nutrientes más importantes para nuestras defensas:
Vitamina D
La vitamina D es una de las vitaminas clave para el sistema inmunológico. A pesar de que nuestro cuerpo puede sintetizarla cuando estamos expuestos a la luz solar, durante el invierno, la falta de exposición solar puede llevar a una deficiencia de vitamina D. Esta deficiencia se ha asociado con un mayor riesgo de infecciones y un funcionamiento inadecuado del sistema inmunológico. La vitamina D desempeña un papel fundamental en la regulación de la función de los linfocitos y otros componentes inmunológicos.2
Al ser una vitamina liposoluble, se encuentra presente en alimentos como los pescados grasos, mariscos o huevos.
Vitamina C
La vitamina C es ampliamente conocida por su capacidad para fortalecer el sistema inmunológico y combatir infecciones. Funciona como un poderoso antioxidante que puede ayudar a reducir la duración y gravedad de los resfriados y otras enfermedades infecciosas. Además, está involucrada en la producción de colágeno, un componente esencial de la piel y las mucosas que actúa como barrera protectora contra los patógenos.
Al ser una vitamina hidrosoluble, se encuentra en frutas y verduras ricas en agua, especialmente en las cítricas, como: naranjas, pomelos, pimientos rojos y verdes o kiwi, entre otros.
Vitamina A
La vitamina A es esencial para la salud de las mucosas, que constituyen la primera línea de defensa del cuerpo contra las infecciones. Mantener las mucosas saludables es crucial para prevenir la entrada de patógenos al cuerpo. La vitamina A también está involucrada en la maduración de ciertos tipos de glóbulos blancos, como los linfocitos T.
Al ser una vitamina hidrosoluble, se encuentra en verduras de hoja verde, como espinacas, aunque también en batatas, zanahorias, brócoli o calabaza. Por supuesto, también se encuentra en frutas como melón, mangos y albaricoques, así como en productos lácteos como la leche o el queso.
Vitamina E
La vitamina E es otro antioxidante que puede ayudar a proteger las células del sistema inmunológico de daños causados por radicales libres, que pueden debilitar la función inmunológica, entre otros.
Al ser una vitamina liposoluble, se encuentra en grasas como el aceite de oliva virgen extra, semillas o nueces.
Zinc
El zinc es un mineral esencial para el buen funcionamiento del sistema inmunológico. Contribuye a la maduración de los glóbulos blancos y a la respuesta inmunológica efectiva ante infecciones. De hecho, en el embarazo, la infancia, la niñez y la adolescencia es necesario para el crecimiento y desarrollo normal. También favorece la cicatrización de las heridas y es importante para el buen funcionamiento del sentido del gusto.
El zinc está presente en muchos alimentos como ostras, carne, pescado, aves o mariscos.
La Vitamina D para Fortalecer el Sistema Inmunológico
La vitamina D, como se mencionó anteriormente, desempeña un papel fundamental en el sistema inmunológico. Sin embargo, la deficiencia de vitamina D es muy habitual, incluso en áreas con suficiente luz solar.
Para abordar esta deficiencia y mantener un sistema inmunológico fuerte, la suplementación con vitamina D, especialmente durante los meses de invierno, se convierte en un paso vital. La vitamina D regula directamente la expresión de genes relacionados con la función inmunológica, como la producción de péptidos antimicrobianos en las células epiteliales y la modulación de la respuesta inflamatoria.2
Sin embargo, con el término vitamina D se designa a dos vitámeros, es decir, dos compuestos químicamente relacionados y con las mismas funciones, pero cuyo grado de actividad puede diferir. Para la vitamina D, existen:
- El colecalciferol o vitamina D3 que es sintetizado en la piel por acción de la radiación solar ultravioleta sobre el 7-dehidrocolesterol o provitamina D3.
- El ergocalciferol o vitamina D2 que se forma por irradiación solar del ergosterol vegetal (provitamina D2).
La vitamina D3 o colecalciferol es la forma más biodisponible y que mantiene durante más tiempo los niveles elevados en plasma. La vitamina D tiene un buen perfil de seguridad, sin efectos secundarios, en las formas y dosis recomendadas.
Puro Omega Schisandra Complex: Un Suplemento Clave para Aumentar las Defensas
En la búsqueda de suplementos efectivos para fortalecer el sistema inmunológico, uno de nuestros destacados es Puro Omega Schisandra Complex. Este suplemento es una formulación única que combina varios componentes esenciales para la salud inmunológica en una sinergia altamente efectiva, garantizando su biodisponibilidad y absorción.6,7
Schisandra Complex incorpora en cada dosis (10 ml):
- 400 mg de extracto de Schisandra chinensis microemulsionado.
- 10 microgramos de vitamina D3 (400 UI de colecalciferol).
- 2630 mg de ácidos grasos Omega-3 EPA y DHA, procedentes de anchoas y sardinas, en formato de triglicérido re-esterificado (rTG) en un ratio único de 3:2, respectivamente.
Schisandra chinensis es una planta que ha sido ampliamente utilizada en la medicina tradicional china durante siglos. Sus frutos son conocidos como las «bayas de cinco sabores» debido a sus propiedades saladas, dulces, ácidas, astringentes y amargas. Se ha empleado para tratar una amplia variedad de afecciones, como la insuficiencia respiratoria, enfermedades cardiovasculares, trastornos gastrointestinales, fatiga, debilidad corporal, sudoración excesiva e insomnio.8
Los compuestos bioactivos extraídos de Schisandra chinensis, conocidos como lignanos de tipo dibenzociclooctadieno, incluyen esquisandrinas y gomisinas. Estos compuestos han demostrado una variedad de efectos beneficiosos en el organismo, como: actividad hepatoprotectora, antiinflamatoria, antioxidante y antineoplásica. Además, influyen en el músculo esquelético, el tejido adiposo, el metabolismo de carbohidratos y los niveles de testosterona y cortisol en sangre.9
La absorción de compuestos liposolubles como los de Schisandra chinensis puede verse limitada. Sin embargo, su formulación en forma de microemulsiones en Schisandra Complex garantiza la máxima absorción, lo que aumenta significativamente su biodisponibilidad. Esto significa que el cuerpo puede utilizar más eficazmente los nutrientes presentes en el suplemento para fortalecer el sistema inmunológico.10
Además de su contenido en Schisandra chinensis y vitamina D3, Schisandra Complex aporta ácidos grasos Omega-3 EPA y DHA. Estos ácidos grasos son conocidos por sus efectos beneficiosos en la salud cardiovascular y la respuesta inflamatoria del cuerpo.
La sinergia entre estos componentes crea una formulación potente para respaldar un sistema inmunológico fuerte y saludable.11-13
Entre sus principales beneficios, Schisandra Complex contribuye a la recuperación del rendimiento físico y mental14, ya que:
- Reduce el estrés y la ansiedad15
- Mejora el descanso nocturno y la calidad del sueño16,17
- Protege al corazón y sistema cardiovascular12
- Protege al hígado14,18
- Promueve la recuperación en casos de neumonía y otras afecciones respiratorias19,20
Además, contribuye con unos niveles de triglicéridos y presión arterial normales.
Conclusión
No debemos subestimar el poder de una dieta adecuada y una suplementación inteligente para preservar la salud y el bienestar a lo largo del año.
Las vitaminas, en particular la vitamina D, son esenciales para el funcionamiento adecuado del sistema inmunológico, especialmente en Puro Omega Schisandra Complex por la sinergia de sus componentes.
Referencias
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